Presidente de la SCJ elogió compromiso de los jueces uruguayos en inauguración de juzgados de género

El acceso de todos a un juicio con todas las garantías inherentes a la condición humana es un derecho impostergable, que debe inspirar el cumplimiento de la función jurisdiccional, dijo la Presidente de la Suprema Corte de Justicia, Dra. Doris Morales, en oportunidad de inaugurar los Juzgados Letrados Especializados en Violencia basada en Género, Doméstica y Sexual de 1º y 2º Turnos de Salto. Ante un auditorio conformado por operadores de justicia y otras autoridades locales, la magistrada enfatizó el compromiso de los jueces uruguayos en la aplicación de la ley 19.580 de violencia basada en género, en especial cuando hay niñas, niños y adolescentes involucrados, quienes en muchos casos terminan siendo las víctimas inexorables de los conflictos que se ventilan en los juzgados especializados.    

El Estado "está obligado a permitir que todos en igualdad de condiciones puedan acudir a un juez para que en forma imparcial decida las cuestiones debatidas" dijo la Dra. Morales enfatizando la importancia del derecho de acceso a la Justicia.

"En ese contexto es que se inserta la ley 19.580, en cuyo artículo 10 se establece que el sistema de respuesta a la violencia basada en género hacia las mujeres debe incluir mecanismos que garanticen el acceso eficaz y oportuno a la justicia, mientras que el artículo 9 reconoce a las niñas, niños y adolescentes los derechos que enumera".

"El cumplimiento de la función jurisdiccional nunca es sencilla, pero en supuestos como los que nos convocan, nunca puede olvidarse la dimensión humana de las cuestiones que sustentan el objeto de estos procesos, en la medida que fundamentalmente casi en todos los casos existen niños involucrados, quienes tienen el derecho a obtener una respuesta de la sociedad que implique como premisa básica la preservación de un destino libre de violencia y soledad, pues esto último parece ser lo que sobrevuela a todos estos asuntos, por lo que casi podría afirmarse que los jueces tenemos la obligación de no dejar solos a quienes por su edad no pueden otra cosa que esperar protección, en primer lugar de sus padres y familiares, pero siempre y en todo momento de los jueces a quienes la sociedad moderna les ha encomendado la excelsa tarea de hacer justicia y de proteger los intereses de aquellos a quienes la sociedad o las circunstancias han hecho que queden fuera de la protección primaria" concluyó la Dra. Morales.