No debemos perder la fe en que el Estado puede recuperar los valores de seguridad que solía tener, dijo el Ministro Chediak

Si bien reconoció un lento deterioro de la seguridad en los últimos treinta años, así como la existencia de una fractura social que propicia el crecimiento en los índices delictivos, el Ministro de la Suprema Corte de Justicia Dr. Jorge Chediak aseguró que Uruguay no se parece en estos aspectos a los países centroamericanos. Tales fueron sus declaraciones ante los periodistas del programa televisivo "Desayunos informales" cuando se le consultó por las recientes afirmaciones del Director Nacional de Policía Mario Layera.

Consultado sobre la expresada por el, el Dr. Chediak explicó que "es muy difícil poner una fecha o fijar un episodio de comienzo de situaciones que se han venido deteriorando progresivamente" expresó en relación a la decadencia de la seguridad ciudadana.
"Partiendo de una situación en que la criminalidad común, a la salida de la dictadura en 1985, era muy baja, hemos llevado 30 años de agravamiento de los números, así que es muy difícil poner una fecha de inicio (para ese deterioro)" dijo el entrevistado, agregando que se ha ingresado lentamente en esa situación con el transcurso de los últimos decenios.
"Nos llevó tres décadas de empeoramiento y hemos dicho que una vez se revierta la tendencia nos va a llevar mucho tiempo volver a cifras más adecuadas a la historia del Uruguay" enfatizó, agregando que esa mejora "es posible" y que no debe perderse "la fe en que el Estado puede recuperar los valores de seguridad que solía tener".
Más adelante, el grupo de periodistas que conduce el programa volvió a citar otras afirmaciones de Layera en el sentido de que se habría caído en una anomia social en la que no se cumplen las leyes y nadie quiere hacerlas cumplir.
"Nosotros no tenemos una tradición de cumplimiento estricto de todas las normativas como lo tienen, por ejemplo, los países nórdicos" comenzó expresando Chediak, y añadió que "de hecho tenemos demasiada normativa".
"Hemos dejado de lado aquella sabiduría que el Quijote señalaba a Sancho Panza para cuando asumiera la gobernación de la ínsula Barataria: pocas pragmáticas (pocas normas), pero buenas".
"Andamos por las 20.000 (normas) solamente a nivel legal y tenemos reglamentaciones y decretos que ni los abogados terminamos conociendo y que realmente en la calidad de cumplimiento dejamos mucho que desear" apuntó el entrevistado.
"Por otra parte, a lo mejor, como efecto periférico de la dictadura que hemos sufrido hay como una mala prensa del ejercicio de la autoridad y todos tenemos una cierta reticencia al ejercicio de la autoridad legítima", lo cual "vemos en todos los niveles" agrega Chediak, haciendo referencia a que antaño, si se traía una mala nota escolar, se sabía que se respondería con dureza ante los padres y ahora, una mala nota escolar puede dar lugar a que los padres concurran al colegio a increpar a los maestros.
Ha decaído el cumplimiento de las normas, lo que tampoco fue demasiado excelente antes, subrayó Chediak, reconociendo la existencia de una "fractura social" y el empeoramiento de los índices delictivos, "pero no parecemos centroamérica" enfatizó.
"Hemos estado allí (en centroamérica) como Secretario Permanente de la Cumbre Judicial Iberoamericana, conocemos razonablemente bien la realidad de la mayoría de los países en centroamérica y a ese respecto, mal que pese, seguimos siendo Suiza" remató.