La Justicia Civil de Uruguay es la mejor evaluada de la región
Mientras la Justicia Civil uruguaya es la mejor evaluada de la región, la Penal se ubica en el décimo lugar. Así lo revela el Índice de Estado de Derecho (WJP), el más sofisticado indicador sobre el funcionamiento de los poderes, la apertura del gobierno y la corrupción. De hecho la Justicia Civil de Uruguay es la décimo sexta mejor en el mundo y la Penal cae al puesto 40.
El WJP incluye información de 113 países. Para construir el ranking se utilizan encuestas en hogares y consultas a más de 3.000 expertos. El abogado Santiago Pereira fue uno de los consultados. Este profesor de Derecho Procesal de la Universidad de Montevideo confía en que Uruguay mejore su calificación a nivel penal, porque la presente edición fue previa al cambio del Código de Proceso Penal.
"El viejo código, por el que fue evaluado, no se ajustaba a los derechos humanos", explicó Pereira. Por ejemplo: la alta cantidad de personas presas sin una condena ya "hacían que se puntuara mal para el ranking". De ahí que sea "casi un hecho" que en la próxima edición el país mejorará; como lo ha hecho Chile que cambió su código y ya está en el puesto 37.
En el caso de la Justicia Civil, Uruguay viene mejorando en los últimos años y para la actual edición del índice superó a Canadá. Pero "la gran revolución" fue en 1989, dijo el profesor, "cuando se pasó a la oralidad y que el juez tenga que estar en la audiencia".
En términos generales, Uruguay es evaluado como el país de América Latina con más adhesión al Estado de derecho. Está ubicado en el lugar 22 del mundo, dos puestos por debajo de su anterior posición, pero sigue estando "por encima de la media". La ausencia de corrupción (al menos desde la percepción de los ciudadanos), el respeto a los derechos fundamentales y a las normas en general, son los aspectos más valorados del país. A la inversa, la Justicia Penal y la apertura del gobierno son lo peor evaluado y tiran abajo al país en el ranking. Pero hay un elemento que es "el peor de todos": la seguridad.
Uruguay está en el puesto 63 del mundo en orden y seguridad, ya sea en la medición de delitos y la reparación de la violencia como en la percepción ciudadana sobre el asunto.
Aunque en 2017 hayan estado en el tapete algunos casos que rozan el concepto de corrupción (léase casos Sendic, Bascou, ASSE y ALUR), esto no implica que el sistema uruguayo esté mejor o peor en la evaluación, se aclara. La corrupción a nivel legislativo sigue siendo la que genera una evaluación más crítica y la judicial la menos percibida. Dicho de otro modo, para los encuestados hay más corrupción entre los parlamentarios que entre militares, policías, jueces y actores del gobierno central.
Como suele suceder en otros indicadores, Costa Rica y Chile están muy cerca de Uruguay en la evaluación global y entre los tres se disputan el podio regional. Venezuela, sin embargo, volvió a ocupar la última posición de los 113 países incluidos en el índice.
Coincide que la mayoría de países que apoyan al régimen de Nicolás Maduro —como Bolivia o Nicaragua— está en las peores posiciones de adhesión al Estado de derecho.
Ecuador fue el Estado de América Latina que más se superó: escaló seis lugares. Aun así, el país presidido por Lenín Moreno sigue estando de mitad de tabla para abajo —está en la posición 23 de la región y en la 85 del mundo.
Surinam, por su parte, fue el país de América Latina que más cayó en el ranking (diez lugares). Pasó a estar en el puesto 69 del mundo, y fue superado por Perú y Panamá.
Los países nórdicos suelen confirmar su liderazgo en el respeto a los derechos. Dinamarca lidera el ranking y muy cerca están Noruega, Finlandia y Suecia. Entre los diez mejores evaluados en el mundo, siete son europeos.