Jueza Staricco procesó a presunto homicida de un hombre que comerciaba por el interior del país
20.01.16, de DICOMI-SCJ.- La Jueza Letrada de Primera Instancia en lo Penal de 15º Turno, Dra. Julia Staricco, procesó con prisión a un hombre que habría dado muerte a otro de iniciales V.B. a quien conoció el pasado mes de diciembre en el departamento de Treinta y Tres.
El 28 de diciembre de 2015, H.B. denunció que su hermano, V.B., faltaba de su hogar hacía varios días. Agregó que la última información recibida fue un mensaje de Whatsapp y que su ocupación (es una empresa unipersonal) le obligaba a viajar cada semana al interior del país para comercializar cintos. Para ello utiliza un auto marca Geely modelo Sedan, año 2011. Lo extraño era que habían perdido contacto, pero presumía que estaba en Maldonado al estar de sus dichos.
El 27 de diciembre, durante un control de rutina, se detuvo un vehículo igual al que tenía V.B., que era conducido por A.B., siendo acompañado por R.P.B, y S.I.R., constatándose que en el baúl había muchos cintos. El conductor carecía de libreta de conducir. Explicaron que los cintos los habían adquirido en el "barrio de los judios" para revenderlos. Se solicitó la entrega del vehículo, siendo retirado por un amigo de ellos C.E.C.
El 3 de enero se hurtó en una finca de la calle Las Rosas casi Garcia Lorca. En la filmación pudo verse un auto color gris, que correspondería con el vehículo ya referido. A la noche del mismo día, ven el auto en otra zona y se procede a la detención y posterior procesamiento por parte del titular del Juzgado Letrado de Maldonado de 2º turno, por un delito de hurto, de los tres ocupantes del vehículo: E.S.L. Y M.D. En esos momentos ya se sabía de la desaparición de V.B. Al incautarse nuevamente su vehículo se pudo constatar que aún había pertenencias de él en el interior del auto: una libreta de direcciones de los comercios que visitaba en Maldonado. Además, no tenía rueda auxiliar y cubre auxiliar. En el baúl del auto había una importante cantidad de sangre humana en estado seco que fue cotejada por medio de un análisis de ADN con un familiar directo de B.
Luego de finalizadas las indagatorias en Maldonado, varios involucrados quedaron a disposición de este juzgado. En sus declaraciones, A.B. dijo que conocía dónde estaba B. En primer lugar expresó que éste estaba con vida en la ciudad de Treinta y Tres, pero al llegar a aquel departamento, B. indicó que B. había sido ultimado en una cabaña y que su cuerpo estaba en una fosa de un bosque cercano.
En el lugar, y luego de constituirse la jueza letrada, Dra. Jennifer Rocco, se halló el cuerpo desnudo, tapado con ramas, bolsas varias, una alfombra gris de auto, cintos de cuero, indumentaria masculina, cajas de remedios y una jeringa.
El médico forense indicó que el deceso se produjo por un traumatismo encéfalocraneano fruto de violencia a ese nivel.
Se dispusieron una serie de pericias y se continuó con la indagatoria de los demás implicados. Estos negaron tener vinculación con B. admitiendo que sí habían estado en Montevideo, en el auto de B. porque A.B. había aparecido con él.
B. admitió su responsabilidad en la muerte de V.B. expresando haberlo conocido el 21 de diciembre. Al parecer se conocieron en Treinta y Tres cuando B. conducía el auto y paró para hacerle algunas preguntas a B. Le pidió su número de teléfono, se encontraron para almorzar y le ofreció dinero para mantener un encuentro íntimo. A la noche, se encontraron en un motel y luego de mantener sexo oral, B. le pegó a B. en la cabeza con un bomberito. El ahora procesado explicó que V.B. insistió en algo que él se negaba a realizar. Al otro día, cargó el cuerpo en el baúl y lo llevó al bosque. Pagó el alojamiento con el dinero que la víctima tenía, aproximadamente $ 60.000. El resto del dinero lo gastó en salidas, comidas y transporte, y regaló los cinturones.
La magistrada consideró que existe prueba de la intención de B. de darle muerte a V.B. dado el lugar del golpe y el elemento utilizado. Atento a la gravedad de los hechos y la pena probable, el procesamiento se dispuso con prisión.
Finalmente y de acuerdo a los artículo 1, 18, 60 y 310 del Código del Proceso Penal se resolvió el procesamiento con prisión de A.B.R. como presunto autor de un delito de homicidio.