Panelistas convocados por la SCJ coinciden en la necesidad de que la Justicia mejore su comunicación con la ciudadanía
02.12.13, de DICOMI-SCJ.- El Poder Judicial debe preocuparse por enriquecer el canal de comunicación que abrió hacia la población uruguaya, porque es el modo más eficiente para construir legitimidad social. Esta fue una de las conclusiones a las que se arribó en oportunidad de la Mesa Redonda "Justicia y Sociedad, a 200 años de las Instrucciones del año XIII" cumplida el pasado miércoles 27 de noviembre.
Participaron de la misma los más reconocidos analistas de opinión pública de nuestro país, Oscar Botinelli, Juan Carlos Doyenart, Luis Eduardo González e Ignacio Zuasnábar, quienes aceptaron de buen grado la invitación de la Suprema Corte de Justicia y enriquecieron con sus aportes a la concurrencia que, desafortunadamente, no tuvo la magnitud esperada. El periodista Alfonso Lessa tuvo la responsabilidad de moderar el prestigioso panel que logró reunirse.
La iniciativa se inscribe en el propósito de prestar un mejor y más moderno servicio a la ciudadanía, posicionándose en la sociedad actual como un auténtico Poder de Estado, eficiente, ágil y transparente. En ese marco, el Poder Judicial trabaja en la elaboración de un nuevo plan estratégico que le permita cumplir adecuadamente con la misión que se le ha confiado y, para dar el primer paso y conocer el estado de situación actual y las perspectivas para el futuro, se convocó a la instancia mencionada.
Estuvieron presentes en la oportunidad los Ministros de la Suprema Corte de Justicia, Dr. Jorge Chediak González, Dr. Ricardo Pérez Manrique y Dr. Julio César Chalar.
Politólogo Óscar Bottinelli, director de Factum
DEL SILENCIO A LA EXPOSICIÓN MEDIÁTICA.
El analista Oscar Bottinelli expresó que hace unas décadas el Poder Judicial era percibido como algo oculto y misterioso, ya que la población sólo conocía la función de los juzgados de instrucción (juzgados de naturaleza penal en los que se desarrollaban las primeras indagatorias por delitos), porque eran estos los órganos habitualmente mencionados por los medios de comunicación. Aunque este aspecto fue mejorando con el tiempo, incluso en la actualidad el público sigue desconociendo cuál es el rol específico de los fiscales o de otros organismos independientes como en Tribunal de lo Contencioso Administrativo y la Corte Electoral.
Bottinelli también subrayó que en materia de confianza pública, el Poder Judicial supera a otras instituciones que antaño habían gozado de un alto prestigio en tal sentido, como es el caso de la Iglesia Católica.
Los órganos más visibles, según Botinelli, son la justicia penal (cuya competencia consiste en juzgar faltas y delitos) y la justicia laboral (cuya competencia abarca todo lo concerniente a las relaciones entre patrones y empleados).
El disertante criticó algunos modismos que los medios de comunicación utilizan al momento de referir a la tarea judicial, denunciándolos como un "estilo periodístico de sentencia", ya que anteponen prejuicios al relato objetivo de los hechos, con titulares como "la Justicia liberó al asesino...". De este modo el medio de comunicación se ubica en el rol de un juez informal que cuestiona los procedimientos judiciales con sorprendente ligereza. Con el mantenimiento de esta práctica viciosa se ha ido minando la imagen de la Justicia durante mucho tiempo.
Bottinelli también advirtió sobre debilidades en las filtraciones de información desde la Justicia. Dijo que cuando un fallo se conoce antes de tiempo, se va deteriorando el blindaje necesario del Poder Judicial.
Agregó que en los últimos tiempos se registró una creciente trascendencia de los fallos por inconstitucionalidad de las leyes. Aclaró que si bien siempre los hubo, porque es una función originaria de la Suprema Corte de Justicia, antes no tenían el alto contenido político que hoy puede advertirse. Para ilustrar mejor su afirmación mencionó la trascendencia de los fallos por inconstitucionalidad del IRPF, el impuesto a la concentración de la propiedad rural y la denominada ley de Pluna. Explicó que esto no ocurre exclusivamente en nuestro país, ya que basta atender a lo que ocurre en Europa con los Tribunales Constitucionales (órganos encargados de juzgar la constitucionalidad de las leyes) que están sometidos permanentemente a terremotos políticos en virtud de sus fallos.
Botinelli subrayó que de aquel Poder Judicial que hace unas décadas se movía en silencio se pasó a un Poder Judicial y un Ministerio Público y Fiscal con permanente exposición en los medios de comunicación y, por lo tanto, más expuestos al debate público.
También mencionó el tema de la seguridad pública, un elemento de permanente deterioro que afecta a la justicia penal, aseverando la necesidad de un debate mayor, más amplio, que aborde con seriedad la relación causa-efecto de los factores que inciden en el mismo.
Finalmente, apuntó que el tema de las inconstitucionalidades abre un nuevo flanco para el sistema judicial en su conjunto, planteando una fuerte controversia en el seno de una sociedad claramente dividida.
Ing. Juan Carlos Doyenart director de Interconsult
LA RUPTURA DEL PRINCIPIO DE AUTORIDAD.
El analista Juan Carlos Doyenart informó que, según las mediciones hechas por Interconsult, la Justicia tiene un grado de confianza de 4.1 en un máximo de 10, por encima del Parlamento Nacional (4) y la Policía (2,9), pero por debajo de los medios de comunicación (7,1), las iglesias (5,5) y los sindicatos (4,3).
-Confianza en las instituciones Intersonsult
El expositor resaltó la existencia de una "presión social silenciosa" sobre los jueces y agregó que el principio de autoridad (entendida como respeto por las instituciones) se rompió, al igual que ocurrió con el respeto hacia la Justicia.
Solamente un 33% de la población cree que la Justicia es independiente. Un 26% cree que no lo es, un 38% dice que es más o menos independiente y un 3% no sabe o no contesta. Doyenart explicó que en esto no se admiten términos medios y que ese 38% que dice que la Justicia es más o menos independiente en realidad está negando esa virtud, porque se es o no independiente, pero no existen términos medios en esta materia.
Asimismo, el principal de Interconsult demostró que la mitad de la población uruguaya piensa que la Justicia es presionada por el gobierno (un 7% cree que "mucho", un 17% cree que "bastante" y un 26% cree que se le presiona "algo").
Fundándose en los desarrollos teóricos de Alvin Toffler (autor de "La tercera ola", 1979) Doyenart concluyó que las viejas sociedades integradas, dirigistas y previsibles se van extinguiendo para dar paso a una nueva sociedad, dualizada y desarticulada. En este nuevo orden, el mito de las escuelas como factor de integración se desmorona, y lo mismo ocurre con otras instituciones como la familia, la religión y el Estado, sumidas todas ellas en una crisis que también afecta al sistema de justicia.
Politólogo Luis Eduardo González, director de Cifra
EL PODER JUDICIAL DEBE CONSTRUIR LEGITIMIDAD.
El analista Luis Eduardo González dijo compartir la preocupación de la Suprema Corte de Justicia por construir un servicio más cercano a la población y más comprometido con la realidad nacional. Asimismo, elogió el esfuerzo que la movió a incursionar en la planificación estratégica de sus acciones.
Según González, nuestro país tiene una de las democracias mejor consolidadas de la región, detrás de Costa Rica y Chile. "Estamos bien" dijo, pero debe preocuparnos el acortamiento de las diferencias respecto de las democracias que están por debajo en cuanto a su prestigio.
Para la Justicia no sólo debe tener en cuenta el "ser", sino también el "parecer", porque es muy importante para su gestión, porque siendo uno de los tres poderes del Estado, no tiene los instrumentos ni los recursos del poder administrador. La Justicia tampoco tiene de su lado la legitimidad popular que pueden dar las urnas, porque los jueces no son elegidos por el electorado, como ocurre con los integrantes del Poder Ejecutivo y del Parlamento. De ahí, entonces, que la legitimidad de la Justicia se origina en su "parecer" y en su solidez institucional.
Según González, para avanzar en su planificación estratégica, el Poder Judicial tiene que avanzar en el afianzamiento de su "parecer", predicando con el ejemplo y proveyendo a la República de aquellas cosas que en realidad necesita.
Uruguay es un país dividido en dos parcelas políticas y la Justicia no puede construir legitimidad sólo apoyándose en una de estas mitades. Debe apelar a la inteligencia y equilibrio para apoyarse en las dos mitades, teniendo presente que los uruguayos, a pesar de esta división, piensan hoy de un modo más homogéneo de lo que lo hacían hace algunos años.
Sociólogo Ignacio Zuasnábar, director del área de opinión pública de Equipos Mori
LA SOCIEDAD DEMANDA UN NUEVO TIPO DE AUTORIDAD.
El analista Ignacio Zuasnábar subrayó la importancia de la instancia de reflexión convocada por la Suprema Corte de Justicia para profundizar en la comprensión de su relación con la sociedad uruguaya. Asimismo, enfatizó la importancia de los estudios sobre opinión pública para conocer el grado de confianza en la institución y la satisfacción con el desempeño de sus servicios.
Según Zuasnábar, en Uruguay existe una confianza alta en la Justicia, como lo demuestran las mediciones de Latinobarómetro del año 2010, con un 58% de la población que así lo expresa.
La mala noticia es que la confianza de la población en su sistema de Justicia podría estar experimentando una moderada tendencia a la caída en los últimos años según datos del Estudio Mundial de Valores. Esto debe ser una clara señal de preocupación.
El expositor apuntó que la confianza en el sistema de Justicia no es homogénea, sino que varía notoriamente según la edad o el sector socioeconómico al cual pertenecen los encuestados.
Un 30% de la población entiende que la Justicia es independiente para tomar decisiones, en tanto el resto cree que es influida.
Zuasnábar también advirtió sobre el desconocimiento general de la población respecto de los servicios de Justicia, señalando que en un estudio del año 2007 en el que se le pidió a los encuestados mencionar los poderes del Estado, un 36% no recordó la existencia del Poder Judicial.
La sociedad vive un proceso de cambio de valores cargado de contradicciones, apuntó el orador. Por un lado se demanda más autoridad, pero esto no significa que se está pidiendo retornar al tipo de autoridad tradicional, sino que se está demandando una nueva clase de autoridad y esto constituye un duro desafío para el Poder Judicial.
Público asistente a la actividad
MÁS Y MEJOR COMUNICACIÓN CON LA POBLACIÓN.
Al finalizar las exposiciones, se realizó una rueda de preguntas y respuestas dirigida por el periodista Alfonso Lessa. Una de las interrogantes planteadas fue si el Poder Judicial debía comunicarse en forma proactiva con la población o si los jueces deberían dejar que sus resoluciones hablaran por ellos.
La respuesta de los panelistas fue un sí compartido. Zuasnábar fundamentó su posición en que el Poder Judicial debía preocuparse por construir legitimidad social. Por su parte, González dijo que el Poder Judicial necesita comunicarse, pero no sólo por la vía del discurso, sino que debía comunicarse con la población "haciendo cosas", por la vía de sus acciones.
Mesa de expositores: de izquierda a derecha: Óscar Bottinelli, Luis Eduardo González, Juan Carlos Doyenart e Ignacio Zuasnábar