Juez Sobot procesó a otro hincha por incidentes en Santa Lucía que culminaron con un fallecido

05.12.16, de DICOMI-SCJ.- El Juez Letrado en lo Penal de 1º Turno, Dr. Luis Sobot, decretó el procesamiento de un hombre por su presunta participación en los disturbios ocasionados en Santa Lucía, durante los festejos por el aniversario del Club Atlético Peñarol, donde se produjo el fallecimiento de un joven y otros dos heridos de bala.

Según surge de las investigaciones, en la noche del 27 de setiembre, el indagado J.P.F.C. de 26 años, hincha y socio de Nacional, recorrió el barrio La Blanqueada, junto con otras tres personas, en busca de hinchas de Peñarol. Posteriormente, deciden salir a pintar con motivo del cumpleaños de su rival, o robar algo. En ese momento, resuelven ir a Santa Lucía. Al llegar a Canelones, recogieron a otra persona más y esperaban la llegada de otros dos vehículos.

En sus declaraciones el indagado indicó que uno de los ocupantes del auto se subió con un bate de béisbol y que, al llegar a destino, otro de ellos se bajó con un arma en la cintura. Asimismo, recuerda que al llegar a Santa Lucía, de los otros autos se bajaron otras personas que también tenían armas. J.P.F.C. permaneció en el vehículo mientras los demás fueron a la plaza haciéndose pasar por hinchas de Peñarol. Al llegar a la plaza, se acercaron donde estaban las banderas y comenzaron los disparos.

El magistrado dispuso el procesamiento con prisión de J. P. F. C., por la presunta coautoría de dos delitos de homicidio, uno en grado de tentativa en régimen de reiteración real con un delito de lesiones personales intencionales. Según expresó el Dr. Sobot en su resolución, el indagado trasladó a las otras personas, ya procesadas, en un automóvil de su propiedad y al tomar conocimiento de que en su vehículo se transportaba un arma de fuego y un bate de béisbol, no desistió de su accionar, máxime que cuando llegan a destino ve por el espejo retrovisor de su coche dos armas más que portaban dos de los procesados de los restantes autos. Por tanto era previsible un resultado fatal.